Probablemente yo solo me mudaría… Pero bien por él!
Todos hemos soñado alguna vez con recorrer un país por carretera; visitando lugares increíbles y CONOCIENDO GENTE
interesante. Sin embargo, es difícil abandonar las obligaciones y dejar todo atrás. Pero cuando las cosas no andan bien en tu vida, puede resultar más fácil hacerlo. Después de divorciarse y perder el trabajo, este joven decidió aprovechar su mala racha y hacer su sueño realidad: recorrer más de 8.000 kilómetros en motocicleta hasta el fin de la última carretera de Alaska.
interesante. Sin embargo, es difícil abandonar las obligaciones y dejar todo atrás. Pero cuando las cosas no andan bien en tu vida, puede resultar más fácil hacerlo. Después de divorciarse y perder el trabajo, este joven decidió aprovechar su mala racha y hacer su sueño realidad: recorrer más de 8.000 kilómetros en motocicleta hasta el fin de la última carretera de Alaska.
Mira algunas de las increíbles fotografías que tomó:
Este fue nuestro destino final, la región más septentrional del Ártico de Alaska. Hasta alcanzar la meta tuvimos que recorre más de 8.000 kilómetros de travesía. ¿Quieres saber cómo llegamos hasta aquí?
Elegir las rutas menos transitadas tiene ventajas, ya que puedes disfrutar de los paisajes más hermosos como el Crater Lake.
Escalamos Smith Rock, que posee unas vistas extraordinarias. Como puedes ver, Oregón ofrece mucho más que montañas cubiertas de nieve y pinos.
Este es el Parque Nacional Olímpico del estado de Washington. Un lugar increíble.
Incluso hicimos amigos entre la fauna local.
Pudimos ver el amanecer en Cánada, camino a Vancouver…
Incluso hicimos unos amigos en bicicleta, que nos invitaron a una rave ilegal en una casa abandonada.
Los días comenzaron a alargarse cada vez más y teníamos luz hasta bien entrada la noche. Aquí estábamos montando la tienda a las 22:00 más o menos:
Las carreteras eran largas, sin curvas y tremendamente aburridas, tanto que a veces podías bajar la velocidad y relajarte completamente.
Este es un larguísimo atardecer en los bosques boreales, una de las últimas zonas de la tundra. Nota: Puede que sea precioso, pero la zona esta llena de mosquitos!
En Skagway, la antigua ciudad de la fiebre del oro de Klondike, conocimos a una chica muy divertida que se ofreció a enseñarnos la zona.
Una noche acampamos junto a nuestros nuevos amigos de Alaska y a la mañana siguiente continuamos hacia el Circulo Ártico:
Un día tuvimos algunos problemas para acampar ya que nos tropezamos con algunos arboles caídos y avistamos varios alces.
Después del ferry para llegar a Alaska nos esperaba una hermosa autopista de tierra, conocida como el principio de la carretera al fin del mundo.
Y entonces… ¡llegamos a Alaska!
Los viejos puentes de ferrocarril pueden romper un poco el paisaje, pero quedan genial en las fotos:
La carretera Dalton pasa factura a menudo y durante la travesía puedes ver muchos restos de accidentes y signos conmemorativos de las almas perdidas en esta carretera.
Pero por fin dejamos eso atrás y llegamos a la meta.
El lugar más hermoso de la Tierra en el que yo haya estado:
Después de un largo viaje de retorno a San Francisco, cruzamos por fin el Golden Gate. En total, realizamos un total de 17.000 kilómetros hasta el norte y fue una experiencia que jamás olvidaremos:
