Según algunos estudios, la posición en la que dormimos es crucial en nuestras vidas. Algunas de estas posturas ayudan a mejorar nuestra salud.
Dependiendo de cómo acomodemos el cuerpo, podemos o no intensificar el descanso, facilitar el desarrollo normal de nuestras funciones y de nuestros órganos, y sentirnos plenamente relajados.
¿Arriba, abajo, a la derecha o a la izquierda?
The Journal of Clinical Gastroenterology publicó recientemente un artículo en donde el doctor John Doulliard, gracias a varios estudios, menciona que cuando dormimos del lado izquierdo del cuerpofavorecemos el drenaje linfático de nuestro cuerpo. La linfa transporta los elementos que deben ser filtrados por los nódulos linfáticos, y es por el lado izquierdo por donde el organismo finalmente los tramita.
De igual forma, el dormir del lado izquierdo del cuerpo favorece el buen funcionamiento de nuestro aparato digestivo. Esto incide en que tengamos una mejor producción de jugos gástricos y que la secreción de enzimas pancreáticas se produzca sin tanto esfuerzo. En términos generales, el sistema digestivo tiene un proceso más tranquilo y su desarrollo se da en un tiempo favorable, pero con menor rapidez, que cuando se duerme en otras posiciones.
Otros beneficios para el cuerpo que se dan al dormir del lado izquierdo se refieren directamente al buen funcionamiento del corazón. Este músculo vital se encuentra en esta zona del cuerpo; de hecho, ocupa más de un 80% de la parte izquierda superior de nuestro organismo.
La aorta sale del corazón y conduce finalmente al abdomen, tomando una forma arqueada que es preponderante hacia el lado izquierdo; por eso su tránsito normal se da de ese lado. Ahora bien, mientras que pasa todo esto, nuestro corazón sigue bombeando sangre, pero lo hace de una manera más sencilla, pues cuando dormimos por el lado izquierdo estamos situados en su territorio.
Por otro lado, debemos tomar en cuenta que el bazo también se sitúa al lado izquierdo de nuestro cuerpo. Este órgano tiene un papel muy importante para el sistema digestivo, linfático e inmune. Por eso, cuando una persona se habitúa a dormir en esta posición, está ayudando al cuerpo a que envíe sus fluidos naturales al bazo y éste desarrolle su labor de una manera adecuada.
Acostumbrarse a dormir del lado izquierdo
Generalmente no somos conscientes de las posturas que adoptamos a la hora de dormir. También ocurre que a lo largo de la noche cambiamos de posición y amanecemos ubicados de una manera completamente diferente a la que teníamos al acostarnos.
Lo que sí notamos, en muchas ocasiones, es que nos despertamos con dolores musculares o sintiendo el organismo pesado y lento. Quizás si prestáramos más atención a la posición para dormir, notaríamos grandes beneficios para nuestro día a día.
También es muy importante hacernos conscientes de la posición que adopta el cuerpo durante las siestas. Estos lapsos de sueño corto, generalmente tienen lugar después de comer a medio día. Por eso, una mala postura puede terminar en dificultades digestivas de diversa índole.
No es necesario que duermas toda una siesta, y menos toda una noche, del lado izquierdo. Simplemente basta con que sea la postura predominante. Quizás de manera intuitiva lo sabes y buscas descansar de ese lado. Pero si no es así, simplemente se trata de variar un hábito. La convicción de que esta posición puede ayudarte a mejorar la salud es el mejor incentivo para intentar adoptar esta sana costumbre.
Tu cuerpo agradecerá que le ayudes a trabajar de la forma correcta. Y recuerda que estar saludable siempre te hará sentirte un poco más feliz.