Señor:
Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes
y a no mentir para ganarme el aplauso de los débiles
Si me das fortuna, no me quites la felicidad.
Si me das fuerza, no me quites la razón.
Si me das éxito no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Enséñame a perdonar, que es lo más grande del fuerte
y a entender que la venganza, es la señal primitiva del débil.
No me dejes inculpar de traición a los demás, por no pensar como yo.
Enséñame a juzgar y a querer a los demás como a mí mismo.
Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme.
Si la gente, faltara conmigo, dame valor para perdonar.
Señor,
Si yo me olvido de tí, tú no te olvides de mí.
Padre Alberto Hurtado.
Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes
y a no mentir para ganarme el aplauso de los débiles
Si me das fortuna, no me quites la felicidad.
Si me das fuerza, no me quites la razón.
Si me das éxito no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Enséñame a perdonar, que es lo más grande del fuerte
y a entender que la venganza, es la señal primitiva del débil.
No me dejes inculpar de traición a los demás, por no pensar como yo.
Enséñame a juzgar y a querer a los demás como a mí mismo.
Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme.
Si la gente, faltara conmigo, dame valor para perdonar.
Señor,
Si yo me olvido de tí, tú no te olvides de mí.
Padre Alberto Hurtado.