La vagancia te aleja del camino a la felicidad


La vagancia es sin duda uno de los enemigos que nos alejan del camino a la felicidad. El sacrificio personal en nuestro trabajo, familia, amistades y relaciones con los demás es un método eficaz para sentirse realizado en la vida y alcanzar mayores cotas de bienestar.
Parece una contradicción puesto que hacer un esfuerzo diario por sacar adelante todos nuestros asuntos no parece la mejor manera se ser felices. Sin embargo, la satisfacción que da saber que hemos realizado una actividad que nos cuesta es mucho mayor que si no la hiciéramos.
He tenido días que me he dedicado a no hacer nada productivo. Son días aparentemente buenos. Son uno de esos días en los que tienes todo el tiempo del mundo para ti y no te apetece hacer ninguna cosa de las que tienes que hacer. Pasan las horas y sigues sin hacer nada hasta que llega un momento en el que estás amargado, aburrido y con una sensación de no haber hecho nada en todo el día. El resultado final es una sensación de apatía y hartazgo por la vida.
En el lado contrario existen esos días en los que se te acumulan las actividades que debes realizar y vas enfrentándolas una por una. Pasan las horas y sigues tu camino de constancia, dedicación y esfuerzo. Puede que tengas momentos de bajón, tensión o estrés pero con concentración, calma y paciencia se superan y vuelves a tu trabajo. Puede que llegue un momento que hasta disfrutas haciendo aquello que tanta pereza te daba comenzar. Al final del día acabas con una sensación de satisfacción y felicidad que te llena completamente.
Conclusión: la vagancia y la pereza no son buenas consejeras. Haz que tus días sean lo más productivos que puedas. Verás cómo tus niveles de bienestar psicológico aumentan considerablemente. El esfuerzo es el camino para la SUPERACIÓN PERSONAL y la felicidad.

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