Adicto a la tecnología y al móvil ¿Qué hacer?

Es un hecho inegable el internet y la tecnología que conlleva han llegado para quedarse y cada día existen nuevos modelos de móviles, tables, ordenadores con nuevas aplicaciones que hacen que nuestra vida sea más fácil
Sin embargo, existen personas que sufren de ansiedad si no pueden entrar en su facebook o twitter. Otras no pueden despegarse de los móviles y algunos pasan horas interminables sin apenas moverse frente al ordenador.
La tecnología no puede convertirse en el centro de sus vidas.  Entonces, surge la siguiente pregunta ¿Resulta peligrosa para la salud mental darle tanta importancia a la tecnología?
El caso de los adictos al móvil

Es importante observar que el uso excesivo de la telefonía inalámbrica puede desencadenar patrones de conducta anómalos.  Incluso la Organización Mundial de la Salud, indica que existe un posible riesgo de no estar sano por el uso excesivo de los teléfonos móviles. Frente a estos llamados de atención, se debe estar alerta en la aparición de síntomas que reporten el inadecuado manejo de esta tecnología.
Percibir la falta de control en el impulso de responder inmediatamente ante un estímulo sonoro, es el primer paso para detectar sí existe un problema: el abuso de la telefonía móvil. La evidencia es la necesidad de estar conectados para saber qué pasa y permanecer disponibles”.  El individuo anula su entorno y su atención se dirige solo al celular; sus relaciones se circunscriben a personas con quienes se conecta a través de estos dispositivos.
Sin embargo, el abuso suele incrementarse cuando la persona padece algún trastorno del estado de ánimo. Los límites que puede alcanzar con esta adicción son: el deterioro de sus relaciones, la afectación de su respuesta académica y laboral, disminución de las horas de sueño, alteraciones en la personalidad, irritabilidad, sacrificio del tiempo de privacidad, y asumir gastos excesivos.

Los efectos no sólo ocurren en el terreno psicológico sino también en el físico.  En este sentido, el cuerpo sobrelleva el uso extralimitado del móvil. Las mujeres son quienes se ven más afectadas por esta condición.  Existen dos tipos de influencia en pacientes.
■ Para quienes se exceden en las horas de conversación, la afección postural se ocasiona por acercar la oreja al hombro. La lateralidad de la cabeza, ocasiona tensión en la musculatura lateral de la región cervical.
■ Para aquellos que prefieren escribir mensajes de texto, el estrés está dado entonces en la proyección anterior de la cabeza.  La flexión de la cabeza estará contagiada por la posición de hombros redondeados y por ende, habrá una cifosis exagerada.  Se recomienda preferir el uso del accesorio de manos libres, para minimizar el impacto de la verticalidad de la cabeza y la utilidad de los comandos verbales, en lugar de la escritura.
El caso de las redes sociales
Si eres de las que “postea” fotos de todas las actividades de tu vida, tu privacidad podría estar en juego. “Las motivaciones para hacerse con un iPhone, es ser visibles ante los demás, reafirmar la identidad ante el grupo, estar conectado con los amigos. Las redes sociales son el espantapájaros que aleja el fantasma de la exclusión
Cuida más tu vida privada y la de tu familia, recuerda que no necesitas reconocimiento externo ni la aprobación de los demás, así que no vivas de los likes que te dan en Internet.
Recomendaciones
Una vez se reconozcan los síntomas que demuestran que padece la adicción, el segundo paso es aceptarlo y encaminarse hacia la solución.
No pongas el Internet por encima de tu familia. Cuando llegues a tu casa, procura no mirar el Facebook mientras juegas con tus hijos o estás con tu pareja; y en casa pongan pautas para el uso de la tecnología: no usarla mientras comen, hablan, comparten o ven una película.
Trata de sustituir el uso de la computadora o el celular por ejercicios al aire libre, la lectura, el cine, el teatro o simplemente para descansar de verdad.
Entre las decisiones que se deben implementar en el caso de la adicción al móvil o celular, destaca que durante la rutina, se establezca un período de tiempo para llamadas, así como para comunicarse por escrito, haciendo hincapié en limitar su uso durante las actividades de esparcimiento familiar, de compartir con amistades, realizar ejercicio físico o de estudio.
Se recomienda, además, que el móvil se configure en la alternativa de “silencio” -la más aconsejable- mientras se esté presente en un evento. Y a fin de disminuir el impulso por alguna llamada o mensaje urgente, se puede verificar en distanciados intervalos de tiempo preestablecidos.
Esta problemática, que atacaba antes a los jóvenes, se ha extendido a distintas edades, además de su expansión mundial.  De allí la necesidad de saber controlar el teléfono móvil y no que él nos controle.

Articulos mas vistos de la semana

Artículos más vistos del mes