En últimos estudios científicos profesionales llevados acabo en departamentos de universidades de EE.UU, se ha llegado a la oconclusión de que
las cebollas son probablemente el mejor vegetal que existe para curar y tratar un sin fin de enfermedades y síntomas.
Las cebollas pueden incluso luchar contra el crecimiento de muchos tipos de tumores malignos que pueden acabar incluso convirtiéndose en cáncer, con un poco de mala suerte por parte de nuestro destino. Esta verdura que te hará llorar cuando la cortas, hará también llorar a otros síntomas negativos que habitan dentro de ti, para que estos acaben por no soportar la fuerza de la cebolla y decidan huir despavoridos de tu sistema. Son ideales para mantener las hormonas saludables, incrementar el sistema inmunológico para protegerte mejor de todo lo malo, y especialmente buenas para tratar problemas de nervios, y mejorar tu sistema cardiovascular. Pero no solo ahí se queda la cosa!
La cebolla va también muy bien para bajar el colesterol, y así evitar obstrucciones en el riego sanguíneo del corazón, culpables de terribles infartos. También son ideales para luchar contra la diabetes de tipo 2, la que cualquiera de nosotros podría acabar por sufrir a pesar de no haber nacido como diabéticos. Para personas con obesidad también son un alimento idóneo por los mismos motivos.
Asombrosas propiedades medicinales
Gracias a sus poderosas propiedades como anti-inflamatorio natural, las cebollas son muy usadas para dolores de oído. Si tienes dolores por la zona, o fabricas demasiada cera, lo único que tienes que hacer es poner un trozo de cebolla dentro de tu oreja a modo casi de tapón para los oídos. Pero ojo, sólo la parte central de la cebolla, aquella llamada “el corazón” que la mayoría de gente suele quitar cuando cocina. Puedes dejar la cebolla tranquilamente en tu oído mientras duermes, y a la mañana siguiente notarás resultados de inmediato. Eso sí, corta un trozo lo suficientemente grande como para que no haya riesgos que se te cuele por tu orificio y haya que sacártelas con unas pinzas….. en quirófano. Corta simplemente un trocito más grande que tu agujero del oído, y no habrá riesgo alguno.
Baja la Fiebre de forma natural
Aquí va un remedio casero para bajar fiebre: Corta cebollas y patatas, añade ajo bien cortado o triturado y coloca todo en un par de calcetines, y sí, ponte los calcetines y vete a la cama. Antes de dormir ponte un paño mojado en vinagre de sidra de manzana en la frente. En sólo una hora tu temperatura habrá bajado considerablemente.
Remedios Naturales contra el Catarro
Corta simplemente una cebolla grande en dos. Ponla en un recipiente, un platito pequeçp, y echa media cucharada de azúcar moreno encima de las dos capas abiertas como si estuvieses recubriéndolas de azúcar para realizar algún tipo de postre cebollil. En realidad pones el azúcar porque deberás comerte la cebolla cruda luego, y dejarla marinando con azúcar moreno durante una hora o dos, hará que estén mucho más dulces y sean más fáciles de comer. Hazlo una o dos veces al día y curarás el catarro.
Remedios contra Ojos Irritados
Aunque parezca raro, por eso de que la cebolla en teoría “pica”, coloca un trozo de cebolla encima de tus ojos. En unos segundos te debería de hacer llorar un poco (sin dolores) y tus ojos se rehidratarán enseguida. Un truco que viene muy bien conocerlo, pues no puede sacar de apuros cualquier día de estos, si no tienes gotas anti-irritación, compra una cebolla pequeña por céntimos y ahorra dinero.
Curar una quemadura
Te has hecho una pequeña quemadura cocinando en casa? Pues sin salir de la cocina vas a ser capaz de aliviarte esa quemadura. Simplemente corta una cebolla y restriega o deja que esta se pose sobre la nueva herida. Espera al menos 2 minutos para comenzar a notar como empezará a doler menos la quemadura.
Picaduras de avispas
También son ideales para aliviar picaduras de avispas y otros molestos insectos. Primero, asegurate de quitar lo que la avispa habrá clavado en tu piel, suelen dejar su “flecha” pegada a nosotros aunque no lo sepamos. Una vez eliminada, agarra una cebolla blanca y frota la herida asegurando que los zumos naturales de la cebolla te cubren el área.
