En la mayoría de las mujeres, la concentración excesiva de líquidos en el cuerpo se debe a la combinación de una mala alimentación, sedentarismo y estrés. Sin embargo, este trastorno común puede mejorarse con la ayuda de ciertas hierbas que aumentan el drenaje de agua retenida.
Las hierbas que tienen efecto diurético son muy efectivas para tratar este trastorno, ya que estimulan la producción de orina y así expulsan el líquido retenido por el organismo. Lo más efectivo es tomarlas en forma de infusión.
Para ello, se debe calentar agua hasta su punto de ebullición, agregar la hierba, apagar el fuego y dejar reposar 5 minutos con el recipiente tapado.
Remedios para la retención de líquidos
Remedio con cola de caballo para la retención de líquidos:Activa el drenaje de los líquidos retenidos, a la vez que contribuye en la remine ralización del organismo. Cantidad recomendada: 2 cucharaditas por taza de agua.
Remedio con diente de león para la retención de líquidos Junto con la cola de caballo, es la hierba más conocida por sus propiedades diuréticas. También es desintoxicante y depurativo. Cantidad recomendada: 1 cucharadita y media por taza de agua
Remedio con abedul para la retención de líquidos Es diurética y ayuda a disminuir el ácido úrico. Además, suele ser recomendada para pacientes diabéticos e hipertensos. Cantidad recomendada: 2 cucharadas de hojas por taza de agua
Remedio con bardana para la retención de líquidos Es depurativa y con efectos diuréticos. Como elimina toxinas, no sólo contrarresta la hinchazón, sino que oxigena los tejidos. Cantidad recomendada: 1 cucharada y media por cada litro de agua
Remedio con te verde para la retención de líquidos Es un estimulante general que también activa la producción de orina. Cantidad recomendada: 2 cucharaditas por taza de agua.
¡Atención! Las infusiones pueden endulzarse con miel o azúcar morena, y no conviene conservarlas por más de un día.
Recomendaciones
La actividad física es la mejor forma de paliar la retención de líquidos, ya que el sedentarismo es uno de los principales factores de la acumulación de agua en el cuerpo y la mala circulación.
Las actividades más recomendadas son los ejercicios aeróbicos, la caminata, la natación, el yoga, el tai chi, el chi kung, la bicicleta (fija o móvil), el aqua gym, el pilates y el gimnasio leve o moderado.
También se recomiendan los ejercicios horizontales, como la natación y el remo. En todos los casos, se debe aumentar poco a poco la exigencia, en forma guiada, y con un adecuado control clínico y nutricional.