¿Cansada de tener el cabello graso? Bueno, aquí te daremos dos shampoos naturales que te ayudaran a combatir este problema, que claro no es algo de vida o muerte, pero que si podemos hacer algo por mejorar no estaría demás.
Aunque sea algo desagradable es el trajo de nuestras amigas glándulas sebáceas, pero claramente están en descompensación y están trabajando más de la cuenta, así que tendremos que acudir a algo natural para que las pueda calmar y tu obtener un resultado maravilloso en tu pelo.
Estos shampoos te dejaran el pelo lleno de vida, brillante, suave y lo mejor de todo… sin grasa.
Los ingredientes que utilizaras para poder hacer tu shampoo normalizaran la producción de sebo que se genera en tu cuero cabelludo además cuenta con propiedades astringentes.
Ahora te daremos a conocer dos shampoo que te ayudaran a disminuir el sebo en tu cuero cabelludo…
Dile adiós al cabello graso o sebo en tu pelo con este truco 100% efectivo y natural:
Shampoo de menta y romero:
Ingredientes:
– Un cuarto de taza de shampoo hipolergenico ( puede ser el de bebé).
– Dos cucharadas de menta picada.
– Media taza de agua.
– Una cucharada de romero picada.
¿Cómo debes prepararlo?
En la media taza de agua hervida échale las hierbas picadas y déjala reposar 25 a 30 min hasta que suelten bien sus propiedades, luego cuelas las hierbas y las botas, mescla el agua con el shampoo hipoelergenico y listo.
Shampoo de menta, limón y toronjil:
Ingredientes:
– Una taza de shampoo hipoelergenico (puede ser el de bebé).
– Dos tazas de agua destilada.
– Veinte gotas de aceite de menta.
– Una cucharada de cascara de limón bien picada.
– Una cucharada de toronjil (también conocido como melisa)
– Una cucharada de hojas de limón.
¿Cómo debes prepararlo?
Hierves el agua y luego hechas la cascara de limón y todas las hiervas, lo dejas reposar por 25 a 30 minutos.
Luego lo cuelas y votas las hierbas y cascara, le añades las gotas del aceite de menta y lo mesclas con el shampoo y estaría listo.
Estos shampoos luego de ser utilizados deben refrigerarse y duran alrededor de cuatro semanas antes de que se empiece a descomponer.