La anona también contiene cobre. Este mineral favorece la producción de la hormona tiroidea conocida como tiroxina, responsable de que la glándula tiroidea se mantenga sana.
La tiamina es un nutriente que se encuentra en la anona y ayuda a convertir el azúcar en energía. Cuando te sientes cansado, comer una anona es una gran opción.
Además del magnesio, esta fruta contiene calcio. Esta combinación de minerales aumenta la densidad de los huesos y los mantiene fuertes. Con un poco de anona en tu dieta tendrás una estructura ósea más saludable.
La anona está cargada de niacina, que tiene la habilidad de aumentar los niveles de colesterol bueno en el organismo.
El folato o vitamina B9 juega un rol fundamental en el proceso de gestación. Consume esta fruta durante el embarazo para prevenir defectos del tubo neural en el bebé.
Al ser una gran fuente de vitamina A, la anona te ayudará a mantener un cabello lujoso y una piel de aspecto juvenil. Tradicionalmente la pulpa de esta fruta ha sido aplicada en zonas afectadas de la piel para curarla. Por otro lado, las propiedades anti oxidantes de la vitamina A protegen la retina y la córnea de radicales libres, garantizando una visión saludable.
De último pero no menos importante, las anonas son ricas en hierro, mineral esencial para la producción de glóbulos rojos. Si consume regularmente esta fruta, no sufrirás de anemia.