Con el precio del pescado hoy en día (que está por las nubes), o comemos pescados baratos, o somos de familia pescadora y no tenemos ese problema. Uno de esos pescados baratos es el llamado Tilapia, que se está poniendo muy de moda por tratarse de básicamente “el pollo del mar”, en cuanto a precio y accesibilidad. En teoría todo son ventajas con este tipo de pescado, es fácil de pelar (a penas tiene piel), no tiene espina, y es muy difícil de fastidiar durante su cocinado (aunque uno jamás haya cocinado un pescado en su vida antes!) ¿Pero por qué no comerlo? ¿Es venenoso como el pez fugu japonés? Pues no… no lo es. El problema de comer Tilapia es que el 99,9% de los ejemplares que se venden, NO son pescados naturales criados salvajemente, sino en piscifactorias donde se les dan alimentos antinaturales y GMO (Alimentos Modificados Genéticamente) para engordar más. Comen granos antinaturales, no lo que deberían de comer en su ambiente natural.
1. Te causarán inflamación
Comer tilapia puede lograr efectos de inflamación en ti. Afectarte al corazón desarrollándote problemas cardiovasculares, artirtis, asma, y todo otro tipo de problemas que NO deberían ser causados por un pescado que en teoría se come por beneficios a la salud. Un pescado debería de ser anti-ataques al corazón debido al Omega3, no provocarlos. Esto es lo que ocurre cuando se comen pescados que no han hecho vida natural de pez antes, y han sido criados desde nacimiento en enormes piscinas comerciales.
2. Pueden estar llenos de Pesticidas y Antibióticos
Por mucho que laves el pescado una vez llegues a casa, los pescados de piscifactorias tienen altas concentraciones de antibióticos y pesticidas. Al vivir tantos peces en una piscina de la factoría, y no tener espacio para hacer vida natural, al estar tan juntos contraen enfermedades y mueren antes. Así que los “queridos” dueños de este tipo de fábricas de peces, para no perder dinero lo que hacen es echar al agua antibíoticos y pesticidas como quien echa cloro a su piscina. Una auténtica locura.
3. Poco Omega-3 y Omega-6
Al tratarse de peces que no viven en su entorno natural, sus niveles de Omega-3 y Omega-6 tampoco son los naturales, ni llegan a donde tendría que llegar. No se desenvuelven correctamente y son tratados como ganado con tal de vender una pieza de carne más. No te dejes engañar comprando este tipo de pescados criados en granjas.
4. Cáncer
Un pescado criado en este tipo de “vida” contiene 10 veces más poluciones cancerígenas que los peces que naden libremente en el mar. Todo es por culpa del tipo de comida que les dan, con tal de hacerles engordar y pesar más para su venta previa. Sin pensar en tu salud, sólo en el bolsillo de la compañía dueña de estos criaderos-piscinas. De hecho, piensan TAN POCO EN TÍ y TANTO EN SU BOLSILLO, que para ahorrar costes suelen echar a los pobres peces excrementos de pollo para que se los coman.
5. Altos niveles de Dioxina.
La dioxina es un químico muy tóxico que puede causarte cáncer cuando menos te lo esperes. Lo peor de todo es que este químico presente hasta 11 veces más en peces de granja, tarda de 7 a 11 años en desaparecer de tu organismo. Durante todo ese tiempo tendrás en tu cuerpo restos de un químico peligroso que podría causarte todo tipo de problemas para la salud.