Pensó que iba a MORIR comenzó a comer esto y bajo 125 kg!! Esto le salvó la VIDA...

Emma Sealey, de la ciudad de inglesa de Redich, era tan obesa que no podía abrochar el cinturón de seguridad de su automóvil. Hoy gracias a esta dieta y ejercicio diario, Emma pesa 125 kilogramos menos. Lo más importante es que no se hizo ningún procedimiento quirúrgico.



Esta mujer de 35 años de edad, estaba convencida de que iba a morir antes de los 40, debido a su excesivo peso. En ese momento ella pesaba 181 kilogramos.



A pesar de las súplicas de sus seres queridos para ir a ver a su médico y pedir una reducción de estómago, optó por una forma más saludable de perder peso.
Usaba ropa de talla 36, y en dos años se las arregló para reemplazar su ropa vieja por otra nueva de talla 8. Ahora su pesa muestra unos maravillosos 56,7 kilogramos!
Emma cuenta que apenas podía llegar caminando al automóvil de su novio, y que incluso cuando podía subir, no podía ponerse el cinturón de seguridad. Asimismo, añadió que cada vez que ella se pesaba, sentía asco de sí misma.
Emma comenzó a ganar peso en su infancia, cuando su mejor amigo murió, y comenzó a comer más porque la comida le hacía sentir bien. Visitó a su médico con la esperanza de que él la enviara a un centro para reducir su peso corporal.


Cuando visitó a su médico, por primera vez después de muchos años, Emma se pesó. El médico no tuvo que decir nada, ella inmediatamente supo que tenía que bajar de peso tan pronto como le fuera posible o  iba a morir antes de cumplir los 40 años.
Con la ayuda de algunos asesores de Cambridge, ella comenzó a deshacerse de todos los malos hábitos que tenía en su dieta diaria con el fin de bajar de peso.
Antes de comenzar su régimen de pérdida de peso, Emma normalmente no tomaba desayuno, pero para el almuerzo, comía salchichas, queso y papas fritas con cebolla, y para la cena por lo general comía pollo con curry y arroz con pan. Su comida favorita era el chocolate.
¿Qué comenzó a comer?
Durante su régimen de pérdida de peso, normalmente comía cereal con leche descremada para el desayuno. Al almuerzo se comía un sándwich de atún con pan integral, mientras que para la cena por lo general había pescado hervido y verduras frescas. Y en cuanto a las colaciones, sustituyó el chocolate por manzanas, peras, frutillas y naranjas.

Poco a poco empezó a perder seis kilos al mes. Además de una nutrición adecuada, Emma comenzó a entrenar regularmente con un entrenador personal, y cuando el clima era agradable, comenzó a correr y a andar en bicicleta.
Ella dice que ahora tiene más confianza y que está muy orgullosa de sí misma por haber perdido 125 kilos. Actualmente, a ella le encanta caminar junto a las ventanas y ver el reflejo de su figura.

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