Cualquier pequeño cambio que se produzca en nuestros pies puede indicarnos algún tipo de problema de salud. Así pues, deberemos fijarnos detenidamente en esos cambios que se podrían presentar. Veamos algunos ejemplos:
- En los pies y en los dedos, todos tenemos un poco de vello, en mayor o menor cantidad. Esto es un buen síntoma, pues significa que existe una correcta irrigación sanguínea. Si estos vellos comenzaran a caerse, e ir desapareciendo casi por completo, esto nos diría que hay un problema de circulación. A menudo, este problema está causado por un calzado inadecuado o unos calcetines que presionan demasiado.
- Si empezamos a sufrir de manera repentina y frecuente calambres en los pies y piernas, nos puede indicar la falta de algunos nutrientes o de mala hidratación. Así pues, deberemos intentar hidratarnos más durante el día y vigilar nuestra alimentación para identificar el nutriente que nos falta.
- Si estos calambres se presentaran en personas que practican deporte a menudo, la causa más probable es la falta de hidratación. Por tanto deberemos mejorar en este sentido. Si crees que bebes suficiente agua, puede tratarse de la falta de nutrientes como el potasio, el calcio o el magnesio.
- Otra señal que podemos identificar es la presencia de una llaga que no acaba de curarse. Esta llaga puede ser una muestra de que sufrimos diabetes. Las personas con esta condición suelen presentar daños difícilmente reparables en los nervios de sus extremidades. Además, también presentan cierta dificultad para cicatrizar heridas o úlceras.
- Unos pies excesivamente fríos pueden significar que la tiroides no está funcionando como debería. Por tanto, puede ser un problema de hipotiroidismo. Otro motivo puede ser una mala circulación sanguínea. Entonces, deberíamos revisar nuestro calzado y nuestros calcetines. Si no podemos identificar el problema, deberemos acudir a un especialista para verificar cuál es la causa exacta de nuestros pies fríos.
- Finalmente, unos pies hinchados puede ser señal de una mala función de los riñones por la existencia de retención de líquidos. También puede darse por el consumo de ciertos medicamentos que provoquen efectos secundarios. Consulta con tu médico.
¡Importante!
Ya has podido ver cómo cualquier pequeño cambio en nuestros pies puede significar que tenemos un problema de salud mayor. Así pues, deberemos estar atentos a nuestros pies y ser capaces de identificar cualquier variación. Si no estamos seguros de la causa que esconde el cambio en cuestión, siempre deberemos acudir a nuestro médico lo antes posible. No descuides nunca tus pies y ellos te dirán mucho más de lo que piensas.
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