El problema real con este padecimiento es que se desconoce con exactitud cuál es la causa que los provoca, pero hay dos situaciones comunes que parecen ser algunas de las culpables de que se presente este doloroso problema muscular: la falta de minerales tales como el potasio -por ejemplo- y la mala circulación de la sangre.
Remedios caseros y recomendaciones para controlar los calambres musculares
Platano
Platano
Uno de los principales y más importantes remedios naturales para combatir los calambres musculares es el plátano o banano; este gran producto alimenticio es rico en potasio y por ello, si nuestro organismo tiene deficiencia de este mineral, no hay una mejor manera de aportarlo que consumiendo por lo menos dos o tres plátanos por día, además tienen un delicioso sabor y se pueden consumir directamente, en un rico y refrescante batido o solo o acompañado de cualquier otra fruta. No obstante, hay que comerlo cuando está bien maduro, ya que es cuando su sabor y aroma es mucho más apetecible.
El consumo de agua tónica también se recomienda para tratar este problema, ya que uno de sus principales componentes es la quinina, la cual es excelente para aliviar los calambres.
Las infusiones de algunas plantas medicinales que sirven para mejorar la circulación sanguínea también se pueden utilizar, sobre todo para tomarlas antes de ir a dormir.
En el momento mismo que se sufre un calambre hay que tratar de estirar el músculo comprometido, ya sea con un masaje o tratando de ponerse de pie, de ese modo el calambre pasa más pronto. Como el músculo queda adolorido, se recomienda aplicar calor, se puede hacer con la ayuda de un paño, el cual se sumerge en agua caliente con un poco de sal y de inmediato se aplica en la parte afectada dejando que se enfríe.
Este simple procedimiento hace que el músculo se relaje eliminando el dolor de una manera bastante efectiva y rápida.
Las infusiones de algunas plantas medicinales que sirven para mejorar la circulación sanguínea también se pueden utilizar, sobre todo para tomarlas antes de ir a dormir.
En el momento mismo que se sufre un calambre hay que tratar de estirar el músculo comprometido, ya sea con un masaje o tratando de ponerse de pie, de ese modo el calambre pasa más pronto. Como el músculo queda adolorido, se recomienda aplicar calor, se puede hacer con la ayuda de un paño, el cual se sumerge en agua caliente con un poco de sal y de inmediato se aplica en la parte afectada dejando que se enfríe.
Este simple procedimiento hace que el músculo se relaje eliminando el dolor de una manera bastante efectiva y rápida.