– Terapia calor/frio. El calor relaja los músculos y el frio permite disminuir la inflamación. De manera que si aplicas alguno de estos tratamientos apenas empiezas a sentir dolor, es muy probable que se alivie en pocos minutos.
– La fisioterapia ayuda a calmar dolores y recuperar la movilidad del cuerpo. Si la inflamación es recurrente puedes tratarlo con una terapia suave, ejercicios, ultrasonido, masajes y otras técnicas para deshacerte del dolor causado en unas pocas sesiones.
– El método McKenzie se basa en técnicas que permiten centralizar el dolor y enfocar así la terapia en la zona realmente afectada. Consulta con un quiropráctico antes de aplicarlo por ti mismo en casa.
– Durante miles de años la medicina tradicional en China ha tratado muchas enfermedades a través de la acupuntura, que consiste en insertar agujas pequeñas en los músculos. Las agujas se insertan en zonas específicas del cuerpo que se relacionan con aliviar el dolor en otras áreas. Vale la pena intentarlo si has probado otras opciones sin éxito.
– La tracción lumbar es un método aplicado por terapeutas para estirar la columna. De esta forma el material es reabsorbido y esto alivia en parte el dolor.
– Cuando no funcionan las terapias, es necesario pasar al consumo de algún medicamento. Esta alternativa química es de gran ayuda cuando el dolor se hace insoportable. Lo más recomendable es visitar a tu médico y que él te prescriba el medicamento adecuado.
En algunos casos, es necesario combinar dos o más de los tratamientos antes expuestos para calmar el dolor del ciático. Los que lo han sufrido saben que puede llegar a ser muy fuerte, por lo que estamos seguros que pondrán en práctica algunos de estos consejos.