Hay que tener en cuenta si va a usar estas hierbas aromáticas secas en sus guisos, que las hierbas secas tienen un sabor mucho más fuerte y concentrado que cuando están recién recogidas.
Así que si quiere disponer de sus hierbas aromáticas antes de que las primeras heladas hagan tambalear sus plantas, es hora de recogerlas y secarlas de un modo muy sencillo y el cual le vamos a explicar a continuación.
La forma más sencilla de secar sus hierbas es colgándolas en un lugar cálido y seco.
Este método es eficaz para las hierbas con poca humedad como la salvia, tomillo, ajedrea, eneldo, hojas de laurel, orégano, romero, y mejorana.
Como hacerlo.
Primero asegúrese que sus hierbas están limpias, para ello enjuáguelas con agua y luego seque ligeramente con una toalla limpia. A continuación escoja las ramas de hojas de un color más marrón o amarillo.
Busque un lugar cálido y seco donde pueda colgar sus hierbas a secar. La temperatura ideal es entre 65 ° y 70 ° F.
Ate un ramillete de ramas, pero no en exceso para que le de el aire a todas las ramas, de forma segura con una cuerda o cordel y cuélguelas con un gancho u otro trozo de cuerda.
Este método funciona mejor en un lugar en el interior, pero si lo realiza en el exterior debe asegurarse que estén protegidas de la lluvia y del polvo y los insectos, para esto puede cubrir los ramilletes con bolsas de papel.
Deje los ramilletes de hierbas aromáticas colgadas de 1 a 3 semanas y vaya comprobando cómo va el proceso regularmente. Es probable que algunas plantas se sequen antes que otras, así que puede ir recogiéndolas conforme estén secas.
Cuando las hojas se desmoronan entre los dedos, es que las hierbas están completamente secas y listas para recogerlas. Deshoje suavemente los tallos y guárdelas en un recipiente hermético en un lugar fresco y seco.
Sus hierbas aromáticas estarán listas para darle sabor a sus platos.
Hay otras alternativas para secar y conservar las plantas aromáticas como:
Con el uso de un deshidratador, que seca cualquier planta.
Congelación. Cuando las hierbas no están técnicamente secas, se pueden conservar en el congelador. Para ello ponga las hojas en un papel de horno, envuelva las hojas y meta el papel en una bolsa de congelador hermética individualmente.
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