Respeto es una actitud que favorece las relaciones interpersonales adecuadas y satisfactorias.
Además, el respeto es la actitud necesaria para convivir sin conflictos, aceptando las diferencias entre las personas.
¿Para qué sirve el respeto?
Respetar es poner distancia con el planteamiento diferente de la otra persona, por tanto, nos ayuda a no juzgarla, por su elección u opinión.
Respetar es tener en cuenta a la otra persona en sus diferencias individuales, no pretendiendo que ésta sea de otra forma, que opine o que se comporte de otra forma distinta a cómo es esa persona.
¿Cómo conseguir respetar a todos?
Respetar es darnos cuenta de que cada persona tiene derecho a elegir ser quien realmente es, en su forma de pensar, de opinar, de sentir, de actuar e incluso en sus gustos y preferencias de vida.
Por tanto, si cada persona tiene el derecho a ser quien decida ser, a nadie más le compete ni opinar, ni decidir acerca de la otra persona.
¿De qué forma mostrar respeto?
Se expresa respeto cuando no se juzga a la otra persona por su planteamiento, decisión, comportamiento o forma de vida, ni se le reprocha nada, ni se le recrimina ser como es, ni tampoco se espera que sea de otra forma.
Por tanto, respetar es la mayor muestra de que aceptamos a la otra persona en su individualidad, en su totalidad como la persona que és, no como pretendíamos o querríamos que fuese.
¿Cómo expresar el respeto?
El respeto se muestra desde la Empatía, es decir, desde la actitud comunicativa que demuestra que sabemos, aceptamos y respetamos cómo es la otra persona, aunque podamos no compartir sus decisiones, opiniones o comportamientos.
La empatía es la herramienta utilizada dentro de la comunicación asertiva o adecuada, que muestra el respeto, después de escuchar a la otra persona, observando desde dónde nos habla, con sus sentimientos y experiencias personales.
Para ello, se expresa comprensión y entendimiento hacia su derecho, y si procede, posteriormente se expresa la propia opinión, que aún siendo diferente, es respetuosa ante el planteamiento ajeno.
¿Cuándo es más difícil respetar?
Es más difícil respetar, cuando queremos a toda costa, que nos den la razón, o bien suponemos, por encima de cualquier planteamiento que nuestra postura es la única posible, y la que posee la absoluta certeza.
Por otro lado, es poco probable el respeto, cuando la actitud es agresiva con la otra persona, en gestos, en la comunicación no verbal y en actitudes, aún con palabras adecuadas, el respeto no estará presente.
Para respetar…
Tenemos que considerar nuestro planteamiento sólo como una posibilidad entre otras.
Tenemos que hablar en primera persona, opinando y expresando lo que es mi punto de vista, no el que marca “la ley como verdad absoluta”.
Tenemos que aceptar que nuestra percepción, aunque parezca objetiva, no lo es en ningún caso, ya que, mi percepción está sujeta a mi propia interpretación, basándose ésta en las experiencias anteriores, en el estado de ánimo e incluso en las creencias previas que ya existen en cada persona, en función de su propio aprendizaje.
Y al dirigirnos a los demás, hacerlo desde la empatía, esto incluye, la escucha y la observación del planteamiento de la otra persona, así como la aceptación de su derecho a ser como decida ser.