Nunca me han gustado los “debes” aunque en alguna ocasión se me escapa la palabra. Por norma, cuando a alguien le dices que DEBE hacer algo, acaba haciendo lo contrario.
El ser humano rechaza las prohibiciones y los mandatos, pienso que van en contra de la naturaleza, de su libertad. Pero quiero hacer una excepción. Realmente encuentro algo muy esencial que debe convertirse en una obligación para tod@s: el deber de divertirse en esta vida.
Al final, todos nos vamos a morir, ¿por qué pasar por la vida sumidos en la apatía y la tristeza?
Si tu vida es aburrida conviene que reflexiones sobre esto. Merece la pena intentar cambiar de actitud.
