Algo te ha molestado considerablemente y empiezas a perder el control de ti mismo. ¿Conoces esta emoción, verdad? Es la ira, el enfado, un caballo salvaje que irrumpe en nuestra mente. ¿Qué podemos hacer para domarlo? Te muestro 10 consejos que te pueden ser útiles.
1) Toma conciencia de lo que te está ocurriendo.
Deja de pensar en lo que te ha hecho enfadar, en la causa del enfado, para intentar centrarte en la emoción en sí misma. Tienes que cambiar tu foco de atención.
Lo que sea ha dejado la puerta abierta y ha entrado un caballo salvaje. No te centres por el momento en quién ha dejado la puerta abierta. Preocúpate por el momento del caballo salvaje. No le quites el ojo de encima porque puede hacer estragos.
2) Tener paciencia, el tiempo lo cura todo.
Tienes que hacer un doble esfuerzo inicial para detener la emoción, aunque marcarle un stop no va a hacer que desparezca. Tendrás que aprender a convivir unos minutos, días u horas con ese caballo salvaje.
3) Buscarle alguna utilidad a la emoción.
Una vez que has centrado la atención en la emoción y la tienes dominada (aunque no eliminada) puedes sacarle algún provecho. ¿Qué puedes hacer cuando estás enfadado? Quizás sea hora de acometer alguna actividad que requiera de mucha energía: pintar una habitación, irte a correr,…La energía que nos proporciona esta emoción no debe perderse. Búscale alguna utilidad.
4) Analizar la causa del enfado.
Después de haber puesto en práctica los primeros consejos, ya habrán pasado algunas horas desde el hecho que causo el enfado. Es hora de analizar las causas del mismo: ¿por qué te hizo sentir mal? ¿qué puedes hacer para cambiar tu perspectiva sobre tal hecho?
5) Ser consciente de que estas emociones forman parte de la vida.
La vida no es un camino fácil y llano. En ocasiones se ve salpicado de grandes obstáculos que lo hacen más difícil. Tener conciencia de esto hará que integres ese enfado dentro de ti de una manera menos violenta. Sabes que este tipo de cosas son inevitables.
6) La curación pasa por vivir la vida, ser comprometidos y activos.
La vida sigue adelante con millones de cosas adicionales al hecho que te causó el enfado. No te dejes que esta emoción te incapacite para seguir viviendo y disfrutando de la vida.
7) La causa del enfado no es el hecho sino la interpretación del mismo.
¿Has entendido esta parte? Es importante que comprendas esto porque va a cambiar tu perspectiva de las cosas. Decía uno que el mayor enemigo de uno somos nosotros mismos. La vida es una lucha o competición contra nosotros mismos. Intenta interpretar los hechos de una manera más favorable para tu salud psíquica.