Vivir un momento estresante no es lo mismo que vivir estresado”(Bernardo Stamateas)
El estrés es algo que sufrimos bastante a menudo. Este surge cuando no logramos hacerle frente a una serie de circunstancias, objetivos, resultados, metas, etcétera. El estrés nos tensa, nos desequilibra y hace que, en muchas ocasiones, nos bloqueemos.
Pero el estrés tiene su parte buena, sobre todo el estrés moderado. Por lo general es negativo, pero tiene muchas cosas positivas de las que no somos conscientes. ¿Quieres conocerlas?
1. Útil para nuestra supervivencia
El estrés puede salvarnos la vida. ¿Cómo? Imaginemos un accidente o un ataque por parte de una persona o animal. Lo primero que nos ocurre es que nuestro corazón y nuestra respiración se aceleran. Nuestro cuerpo activa la alarma de “peligro”.
“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir”(Gabriel García Márquez)
En este estado pensamos rápidamente y nos preparamos para lo peor. Nuestro cuerpo es inteligente, está actuando de esta manera para sobrevivir. Además, el estrés nos da un chute de energía que nos despierta y nos da fuerzas para enfrentar lo que venga.
Seguramente, esto te ha pasado en más de una ocasión. ¿Verdad que tu mente se queda como en blanco y tan solo estás preparado para actuar? El estrés está actuando como método de supervivencia para salvar tu vida.
2. Agiliza la respuesta de nuestro cerebro
El estrés puede ser bueno en situaciones en las que necesites almacenar información en tu cerebro como cuando estudias o tienes que prestar atención a algo. Algunas personas funcionan muy bien dejándolo todo para el último momento, pues necesitan esas dosis de estrés que les provocará ponerse las pilas y rendir mejor.
El cansancio, la vagancia y la falta de concentración nos abordan cuando menos lo necesitamos. En estos momentos, ¡qué bien nos vendría una dosis de estrés! Este nos despertará, nos pondrá en alerta. ¿Conseguirás ahora concentrarte?
Además de todo esto, el estrés ayuda notablemente a potenciar nuestra creatividad. Como nuestro cerebro se activa y se oxigena, es el momento ¡de aprovechar nuestra creatividad!