La pérdida significativa de nuestra memoria no es una parte inevitable del proceso de envejecimiento, especialmente de determinados tipos de memoria, como la memoria a largo plazo. Por eso, es importante distinguir entre lo que es normal y lo que no lo es cuando se hay pérdida de memoria y olvidos para así saber cuándo debemos preocuparnos por ellos.
Aunque muchas personas mayores se quejan de falta de memoria y se sienten frustrados por no recordar ciertas cosas, la mayoría de las veces estos olvidos no son preocupantes, ya que con el envejecimiento se producen cambios en la memoria que no tienen nada que ver con la demencia o el Alzheimer.
De hecho, con el envejecimiento se experimentan ciertos cambios fisiológicos que pueden ser causantes de fallos en el funcionamiento del cerebro que provocan que se necesite más tiempo para aprender o recordar (codificar, almacenar o acceder a la información).
La buena noticia es que el cerebro es capaz de producir nuevas neuronas a cualquier edad, por lo que la pérdida de memoria significativa no es inevitable durante el envejecimiento. Lo que ocurre es que parecido a lo que pasa con la pérdida de fuerza muscular, que se va perdiendo poco cuando no se usa o no se entrena.
El estilo de vida, los hábitos de salud y las actividades diarias tienen un gran impacto en la salud en general, y en la salud del cerebro en particular. Independientemente de la edad, hay muchas maneras para mejorar las habilidades cognitivas y prevenir la pérdida de memoria.
De hecho, las mismas prácticas que contribuyen al envejecimiento saludable y la vitalidad física también contribuyen a la memoria saludable.
Consejos para prevenir la pérdida de memoria
#1: Hacer ejercicio con regularidad
Hacer ejercicio fomenta el desarrollo de neuronas y reduce el riesgo de trastornos asociados a la pérdida de memoria, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.
Haciendo ejercicio es más fácil manejar el estrés y aliviar la ansiedad y la depresión, lo que contribuye a su vez a mantener un cerebro sano.
#2: Hacer vida social
Las personas que se mantienen en contacto con familiares y amigos tienen menos riesgo de sufrir problemas de memoria que las personas solitarias que no se relacionan con los demás.
La interacción social ayuda a mantener las funciones cerebrales porque suelen implicar ciertos desafíos mentales (acordarse de fechas señaladas o detalles de su vida) . Además, como en el caso anterior, la vida social también ayuda a prevenir el estrés y la depresión.
#3: Cuidar la alimentación
Comer alimentos ricos en antioxidantes ayuda a controlar la “oxidación” las células, también de las del cerebro. Los alimentos ricos en grasas omega 3 son particularmente buenos para el cerebro y la memoria.
Sin embargo, consumir demasiadas calorías puede aumentar el riesgo de desarrollar pérdida de memoria y/o deterioro cognitivo. También hay evitar el consumo excesivo de las grasas saturadas y grasas trans, que contribuyen a aumentar los niveles decolesterol y, por lo tanto, el riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares.
#4: Controlar el estrés
El cortisol, la hormona del estrés, provoca daños al cerebro con el paso del tiempo y puede provocar problemas de memoria. Pero el estrés en sí mismo puede causar problemas de memoria, por lo que las personas estresadas o con ansiedad es más probable que sufran lapsos de memoria y tengan problemas para aprender y para concentrarse, independientemente de la edad.
#5: Dormir lo suficiente
El sueño es necesario para la consolidación de la memoria, así como para el proceso de formación y el almacenamiento de nuevos recuerdos para que puedan ser recuperados posteriormente.
Es más, la falta de sueño reduce el crecimiento de nuevas neuronas en el hipocampo y causa problemas de memoria, de concentración y de toma de decisiones. Incluso puede llevar a la depresión que, como hemos comentado ya, es otro enemigo de la memoria.
#6: No fumar
Fumar aumenta el riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares que pueden causar accidentes cerebrovasculares y constreñir las arterias que suministran oxígeno al cerebro.
Algunas estrategias para mantener el cerebro activo
Del mismo modo que el ejercicio físico ayuda a mantener los músculos ágiles, flexibles y fuertes, el ejercicio mental ayuda a mantener en buenas condiciones.
Algunas ideas para entrenar el cerebro podrían ser las siguientes:
– Jugar a juegos de estrategia, como el ajedrez o juegos de cartas.
– Hacer crucigramas, rompecabezas y sudokus
– Leer habitualmente
– Aprender cosas nuevas, hacer cursos de cosas del interés de cada uno
– Tocar algún instrumento musical
– Comprometerse con algún proyecto que necesite de una planificación (cuidar un huerto o un jardín, hacer labores, etc.)
– Hacer crucigramas, rompecabezas y sudokus
– Leer habitualmente
– Aprender cosas nuevas, hacer cursos de cosas del interés de cada uno
– Tocar algún instrumento musical
– Comprometerse con algún proyecto que necesite de una planificación (cuidar un huerto o un jardín, hacer labores, etc.)
En cualquier caso, si se observan pérdidas de memoria de forma recurrente y por periodos de tiempo que parezcan largos conviene consultar con un especialista para que valore y evalúe la situación personal.
MIRÁ ESTE VIDEO TE SERVIRÁ: