Adelgazar sin flacidez: ¿Cómo lograrlo?

Muchas veces cuando nos sometemos a una dieta de adelgazamiento, podemos perder peso, pero algunas zonas de nuestro cuerpo (especialmente si tenían un exceso de tejido graso acumulado, por lo general, brazos, papada, etc.) quedan con la piel descolgada lo que nos da, de golpe, un aspecto envejecido.
Además, esa piel flácida puede facilitar que ese espacio se vuelva a rellenar con grasa. Entonces, surge la siguiente pregunta: ¿Qué podemos hacer para rebajar de peso y mantener la piel tensa en su lugar? Veamos, a continuación, algunos consejos al respecto:

3 claves para perder peso sin sufrir de flacidez

Seguir una dieta adecuada. Es importante incluir en nuestra dieta para adelgazar alimentos que no sólo ayuden a perder peso, sino que también contengan la cantidad adecuada de proteína y de sustancias “tensoras e hidratantes” para lograr que la piel no se resienta, pero ¿Dónde encontrarlos?
Se conocen como aminoácidos esenciales y todos juntos solamente están presentes en las proteínas de origen animal. Por esa razón, cuando nos sometemos a una dieta sin carnes blancas (conejo o las aves), pescados, huevos ni productos lácteos, podemos quedar flácidos.
También ayudan los frutos secos, las legumbres y los cereales Integrales, pero sólo serán completos si se combinan esos alimentos entre ellos.
La soja contiene proteína de alta calidad que algunos comparan a las de las carnes. También conviene tomar yogures.

Cuidar la piel por fuera. Es necesario conservar hidratada y bien nutrida la piel también por fuera. En este sentido, se puede elaborar cremas caseras de belleza para reafirmar la piel.
Una mascarilla ideal sería con jalea real, ya que rejuvenece las células epiteliales de la epidermis. La lecitina de soya también puede ser aplicada con agua sobre el rostro lo que contribuye a renovar todos los tejidos. Se recomienda, igualmente, incluir estos elementos en nuestra alimentación diaria.
Se debe adquirir cremas que contengan elementos que activen la formación de colágeno en los fibroblastos de la dermis como el retinol, la vitamina C, los péptidos, los oligoelementos (selenio, cobre, zinc…), la rosa mosqueta, la soja, las algas, etc.
Existen cremas que tensan la piel de forma temporal (la acción solo se prolonga unas cuantas horas) son aquellas con proteínas de trigo y arroz y derivados de celulosa.
Hacer ejercicio. Es necesario realizar ejercicios para mantener un cuerpo firme. Si no es posible hacerlos a diario, al menos se puede dedicar 3 o 4 días; lo importante es la regularidad.
A continuación, se describe algunos ejercicios para el abdomen, brasos, y hombros que ayudan a prevenir la flacidez. Se realizan en series de 10 repeticiones cada uno.
  • Abdomen y brasos Estirada, eleva las piernas cruzadas. Levanta el tronco sin forzar y aguanta la posición unos segundos. Sostén unas pesas pequeñas en las manos (o dos botellines de agua) y trabajarás los brazos.
  • Abdomen y hombros Con las piernas hacia delante, rodea tus pies con una tela elástica (o unas medias) y estira de ella con la espalda recta y el abdomen tenso. Cuenta 10 despacio y relaja.
Es importante, al realizar estos ejercicios, estirar bien los músculos, pero sin forzar éstos demasiado.

Y si la flacidez está en el rostro ¿Qué hacer?

Las dietas extremas pueden, como se ha explicado, causar que la piel se ponga flácida en todo el cuerpo, pero la cara es la zona donde estos cambios pueden ser más fácilmente observado.
Existen dos grandes secretos para evitar que la flacidez se instale en tu rostro (o para retrasar su avance si es que ya está presente), y siempre van de la mano: elegir una crema adecuada y extenderla correctamente. Para que el óvalo de la cara no comience a desdibujarse, debes aplicar cada mañana y cada noche una crema anti-flacidez en sentido ascendente e incidiendo de manera especial bajo la mandíbula. Procura que las cremas que utilices contengan ácido hlalurónico, que hidrata y ayuda a mantener las fibras de colágeno.
Es importante también realizar la gimnasia facial (10 minutos).  En este sentido, cada noche, antes de acostarte, realiza los siguientes movimientos.
1. Para evitar la relajación excesiva de los músculos de la cara, abre la boca, coge aire por la nariz y abre bien los ojos estirando las cejas hacia arriba. Notarás que piel y músculos se estiran. Aguanta la postura unos ocho segundos y repite tres veces ante el espejo.
2. Para las mejillas prueba con vocales: Haz una “o” con la boca, poniendo los labios planos sobre los dientes e intenta sonreír. Luego haz la forma de “i” y “u” de manera exagerada, alternando una y otra.
Consejo estrella: La circulación tiene mucho que ver con la elasticidad del cutis. Recién levantada, estimula el aporte sanguíneo con pequeños golpes usando un poco de algodón humedecido en agua fría.


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