Las populares cordales generalmente comienzan a manifestarse en la encía a partir de los 17 años de edad, y se desarrollan aproximadamente hasta los 21 años.
Cuando no se cuenta con suficiente espacio en la boca o crecen desviadas, pueden afectar la salud y belleza dental, siendo necesaria su total extracción.
¿Por qué extraerlas?
Cuando las cordales se forman pero no brotan, generan una acumulación descontrolada de bacterias e infecciones, que además de manifestarse con intensos dolores, pueden deteriorar los dientes sanos.
Muchas personas consideran normal el hecho de que no broten; sin embargo, mantener esa condición por un tiempo prolongado puede dar origen a abscesos, quistes o tumores que, si no se tratan a tiempo, pueden desencadenar estados de mayor gravedad.
Aparición irregular
En ocasiones, la presencia de las cordales puede manifestarse con irregularidades, sea su formación de manera horizontal o inclinada, una situación que va empujando las raíces de los demás dientes y propicia la deformación de toda la dentadura. En estos casos, es necesaria la pronta remoción de los molares para evitar molestias y problemas de articulación a largo plazo; esta cirugía debe hacerla un cirujano maxilofacial.
¡Atención!
La extracción de las cordales debe hacerse lo más pronto posible para evitar un proceso traumático y doloroso. Hay algunas situaciones que debes valorar para saber si ameritas una intervención inmediata, entre ellas:
1. Sintomatología o inflamación muy dolorosa.
2. Infección en la encía, dientes o hueso derivada de las cordales.
3. Segundo molar afectado por la posición o ubicación de la cordal, causando algún tipo de daño.
4. Dolor facial atípico en la zona.
2. Infección en la encía, dientes o hueso derivada de las cordales.
3. Segundo molar afectado por la posición o ubicación de la cordal, causando algún tipo de daño.
4. Dolor facial atípico en la zona.
Procedimiento
Generalmente, la extracción quirúrgica de cordales se realiza con anestesia local, removiendo desde una hasta cuatro muelas en la misma intervención. En ocasiones puede que se necesite una sedación intravenosa complementaria para lograr que el proceso sea totalmente indoloro, lo que propicia una cirugía de 10 a 30 minutos de duración. Puede precisarse de una sutura que debe ser retirada siete días después de la cirugía.
Si la muela no ha brotado, se realiza una pequeña incisión en la parte de la encía que la cubre, se extrae y se repone el área con puntos.
Antes de la cirugía
Si estás próxima a extraer tus cordales, antes de asistir a la clínica o centro médico donde se llevará a cabo el proceso, debes tomar en cuenta una serie de sugerencias:
■ Asiste con ropa cómoda el día de la cirugía.
■ Asegúrate de ir acompañada de un familiar o amigo, especialmente si el procedimiento se lleva a cabo con sedación intravenosa.
■ Manten un ayuno mínimo de seis horas antes de la extracción.
■ Preséntate con una excelente higiene oral.
■ Asegúrate de ir acompañada de un familiar o amigo, especialmente si el procedimiento se lleva a cabo con sedación intravenosa.
■ Manten un ayuno mínimo de seis horas antes de la extracción.
■ Preséntate con una excelente higiene oral.
Cuidados posteriores
Después de la operación es importante evitar el uso de enjuagues con alcohol, sustituyéndolos por enjuagues hechos a base de agua de caléndula. Se recomienda mantener una dieta de alimentos blandos y un aseo dental estricto para evitar infecciones.
Adicional-mente, al momento de dormir, la cabeza debe permanecer levantada. Por último, colocar hielo sobre el área ayudará a disminuir la inflamación con facilidad.
Recuperaciòn efectiva
Lo primero y más importante luego de la extracción de las cordales es seguir las indicaciones del médico, especialmente respecto a los medicamentos que debes tomar. Una vez que culmine la cirugía, deja una gasa durante media hora, presionando la zona o zonas de la extracción; esto ayudará a controlar el sangrado.
Para lograr una recuperación efectiva es muy importante reposar, especialmente cuando te han sido extraídas las cuatro muelas del juicio. No es recomendable realizar actividades físicas de impacto durante al menos una semana, de este modo te aseguras que los puntos no se desprendan.
Bebe líquidos a temperatura ambiente o fríos, y evita la ingesta de bebidas calientes que aumenten las molestias.
