Dolor crónico: Cómo combatirlo de manera natural

Muchas personas alrededor del mundo sufren de dolor crónico debido a diferentes razones (artrosis, artrisis, fibromialgia, etc.)
Aunque existen medicamentos comerciales que ayudan a aliviar el dolor, para complementarlos se recomiendan algunas plantas medicinales y el cambio en el hábitos de vida.
A continuación se presentan diferentes opciones naturales para aliviar el dolor crónico.
 Cómo ganar bienestar?

Si adoptas las siguientes medidas es muy probable que reduzcas la sensación de dolor. Plantéatelo como un reto y, en cuanto empieces a notar una mejoría, seguro que no querrás volver atrás.
Haz ejercicio. Se sabe que el ejercicio hace que produzcas más endor-finas y, por ello, te alivia. Además, una musculatura débil propicia la aparición del dolor y, al reforzarla, lo previenes.
Por otro lado, la sensación de bienestar que te aporta el deporte te ayuda a afrontar mejor las molestias. Los programas de ejercicios de las clínicas del dolor se basan en movimientos suaves y regulares. Media hora al día de pilates o natación pueden ser suficientes para que obtengas beneficios.

Duerme bien y evita el estrés. Los estudios han demostrado que las personas que no tienen un sueño reparador son más proclives a padecer dolor crónico. Se levantan con rigidez muscular y se fatigan durante el día con más facilidad. Intenta llevar horarios regulares de sueño y evita la cafeína y el alcohol. Por otro lado, se sabe que el estrés facilita el envío al cerebro de señales de dolor.
Cuida tu alimentación. Lleva una dieta baja en grasas y evita los alimentos procesados ya que sus aditivos químicos pueden agudizar la sensación de dolor. Por otro lado, consumir suficientes ácidos grasos omega 3 (muy presente en el pescado azul) ayuda a reducir el dolor asociado a procesos inflamatorios e incluso logra aliviar los dolores menstruales intensos en las mujeres.
Plantas analgésicas
Jengibre. Se trata de un antünflamatorio natural que actúa de una forma parecida a un AINE. Puedes tomar su corteza seca hervida. Pero no olvides que antes de recurrir cualquier planta debes consultar con tu médico.
¿Quieres conocer remedios para el dolor crónico?
Sauce. Contiene salicina, que es el principio activo de uno de los analgésicos más comunes, el ácido acetilsalicilico. Puedes tomar una decocción de su corteza pero no debes abusar de esta planta, ya que puede afectar a tu estómago.
Valeriana. Una infusión de esta planta te ayudará a eliminar el estado de ansiedad que muchas veces ayuda a incrementar la sensación de dolor. Además, te puede ser útil si tienes problemas para dormir. Un sueño reparador te permite afrontar mejor las molestias que ocasiona el dolor. 
Combate el dolor con distracción
La teoría de la puerta de entrada (del psicólogo Ronald Melzack y el neurólogo Patrick Wall) sugiere que si la médula espinal recibe varias señales a la vez debe seleccionar una para que pase al cerebro. Por eso, si sientes dolor y envías otra señal al cerebro puedes “eclipsarlo”:
Piensa en otras cosas. Si sientes un dolor intenso intenta acordarte de situaciones que te han hecho sentir bien o piensa en personas que te transmitan buenos sentimientos.  Este concepto está muy relacioando a la “teoría de la puerta del dolor” acuñada por científicos canadienses que sugiere que la médula espinal no puede procesar varias señales a la vez. Es decir, no puedes sentir a la vez dolor y placer. Así, si recuerdas algo que te hizo sentir bien o practicas alguna actividad que te reconforte esa señal llegará a la médula espinal y “eclipsará” a la otra. Esta es una de las principales herramientas que los psicólogos recomiendan en las terapias que se llevan a cabo en personas con dolor crónico para aprender a sobrellevar el dolor.
Escucha música. Un estudio ha demostradoque hacerlo durante una hora al día logra mejorar la calidad de vida de las personas con dolor.
Realiza actividades. Sal a pasear, juega a cartas, haz la lista de la compra, ve al cine…. Tu médula espinal tendrá más trabajo para interceptar las señales de dolor.
Piensa en positivo. Se ha demostrado que pensar en el dolor con optimismo logra “bloquearlo”. Repítete a ti misma que puedes con él. 
Por otro lado, estar enfadada predispone a sufrir. Los estudios han demostrado que sentir ira descompensa la química cerebral y altera la producción de hormonas, lo que predispone a que el dolor se perciba como más intenso. Pero además se ha visto que estar enfadado puede incluso favorecer la aparición del dolor. Intenta alejar este sentimiento, perdonar y olvidar los rencores.


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