Las uñas son una estructura córnea (dura) que crece en las extremidades de los dedos y cuya función principal es proteger la piel de traumatismos.
Aunque, en la actualidad, tiene una gran importancia estática, las uñas también pueden revelar trastornos de salud y, por ello, conviene conocer cuáles son.
La apariencia de las uñas y los trastornos de salud
Uñas frágiles y quebradizasMuchas personas, especialmente las mujeres, se quejan de sufrir uñas frágiles y quebradizas. Éstas se pueden deber a la deshidratación de la lámina a causa de factores ambientales (exposición al agua y a sustancias químicas entre otros). Por ello, evitar estos factores y la hidratación con cremas para manos serían algunas medidas adecuadas.
Sin embargo, en algunos casos, la presencia de uñas frágiles y quebradizas puede señalar una alteración de la sangre como la anemia principalmente si la uña adopta la forma de una cuchara.
Líneas de beau Son depresiones transversales en la superficie de la lámina de la uña provocadas por una interrupción temporal de su crecimiento. La profundidad de la depresión indica la gravedad del episodio y la longitud, la duración. Éstos se produce por golpes a la uña o por manicuras agresivas, pero también se asocia a enfermedades de la uña. .
Uñas con estrías La onicorrexis alteración ungual que consiste en la presencia de estrías longitudinales y fisuras en las uñas generalmente ocurre cuando existe un adelgazamiento de sus capas. Se suele relacionar con frecuente con traumatismos (golpes) de la matriz ungueal que impiden que la uña crezca de manera homogénea y que favorecen la aparición de las estrías longitudinales.
Manchas en las uñas Las manchas, dependiendo de su color indicarán algunas de las siguientes patologías:
Leuconiquia en blanco Consiste en la presencia de coloración blanquecina y opaca de las uñas. Generalmente, la causa es traumática y se debe a lesiones en la matriz ungueal. Existen diferentes tipos como la leuconiquia punteada, la transversal y la difusa.
La leuconiquia punteada consiste en la presencia de puntos blancos opacos producidos por algún pequeño golpe o traumatismo y es frecuente en niños. La leuconiquia transversal o estriada se caracteriza porque la lámina presenta múltiples líneas paralelas blancas y opacas. Se observa a menudo en mujeres y es debido a la realización de manicuras demasiado agresivas. También puede producirse en la uña del dedo gordo del pie por traumatismos del calzado. La leuconiquia difusa se caracteriza porque la uña aparece completamente blanca. Es poco frecuente y, en ocasiones, es hereditaria.
Onicolisis en amarillo Se trata del despegamiento de la lámina de la uña, de modo que la uña despegada adquiere un color amarillento-blanquecino como consecuencia de la colonización por bacterias de la zona. Las causas más frecuentes de onicolisis de las uñas de manos y pies son la onicomico-sis o infecciones fúngicas de las uñas y la psoriasis.
Melanoniquia longitudinal Son bandas longitudinales pigmentadas como consecuencia de la presencia de melanina en la lámina de la uña. Su anchura puede variar desde varios milímetros a ocupar toda la uña. Se suele ver en individuos de piel oscura. Dado que puede tratarse de una lesión es de gran importancia, se debe consultar con un especialista y descartar la presencia de un melanoma (cáncer).
Hemorragias en astilla Se presentan como finas líneas longitudinales de color rojo oscuro. La causa más frecuente suelen ser los traumatismos, la psoriasis y la onicomicosis, aunque en algunos casos puede asociarse a enfermedades más graves como la endocarditis bacteriana.
Las alteraciones ungueales aparecen en el 50 por ciento de pacientes con psoriasis y lo más común de estas alteraciones es el piqueteado ungueal, caracterizado por depresiones puntiformes en las uñas de las manos y las manchas amarillentas y onicolisis, que cuando aparecen en las uñas de los pies suele confundirse con la onicomicosis (o infección por hongos).
Uñas de color amarillo Que las uñas adquieran un color amarillento suele deberse al contacto con el nitro de los cigarrillos o al uso de productos químicos. Pero a veces la xanto-niquia (nombre técnico de las uñas amarillas) es síntoma de otros trastornos.
Hongos. Infecciones fúngicas como la onicomicosis suelen alterar el color de las uñas. En la mayoría de los casos adquieren tonos más cercanos al blanco o incluso al marrón, pero hay ocasiones en las que en lugar de eso amarillean.
La artritis reumatoide y los problemas de tiroides también pueden manifestarse con uñas amarillentas. Y aunque ni es frecuente ni se sabe con exactitud por qué, se han descrito casos de xantoniquia en pacientes diabéticos. Puede asociarse a una infección fúngica pero también a lesiones de los vasos sanguíneos (mi-croangiopatía diabética).
Linfedema y derrame pleural. El primer trastorno consiste en una alteración de los vasos linfáticos; el segundo, en la acumulación de líquido entre las capas de tejido que recubren los pulmones y la cavidad torácica. Suelen acompañarse de xantoniquia, hablándose entonces de “síndrome de las uñas amarillas”. A veces, este es su primer síntoma.
Cáncer de pulmón. Es una de las complicaciones más graves de todas las que se asocian a las uñas amarillas. Según un estudio de la Universidad de California (EE. UU.), un alto nivel de nicotina en ellas -que es lo que hace que amarilleen-aumenta bastante el riesgo de sufrir cáncer de pulmón.
Otros detalles que deben tomarse en cuenta
El crecimiento de las uñas está influido por factores tales son la edad, la hora del día, las estaciones del año y la situación anatómica. Así por ejemplo: Crecen más rápido durante los meses de embarazo, si la persona padece hipertiroidismo o psoriasis mientras que crecen más lento si se sufre fiebre, alteraciones renales, malnutrición o onicomicosis (hongos en los pies).
Igualmente, es importante saber que las uñas de las manos crecen más rápido que las de los pies. Las primeras crecen una media de dos o tres milímetros al mes y las pódales un milímetro al mes.
Recomendaciones
– Evitar golpes y otros daños, ya que pueden alterar el crecimiento normal
– Evitar el contacto repetido con agua y sustancias irritantes que pueden alterar el aspecto de la lámina ungueal y provocar que las uñas se vuelvan frágiles y quebradizas.
– Cortar las uñas con cuidado para evitar lesiones y sobreinfecciones de la piel de alrededor.
– Dar una forma redondeada a las uñas de las manos para prevenir que los picos dañen las zonas colindantes.
– Verificar de vez en cuando el estado de las uñas de las manos y de los pies para detectar posibles alteraciones.
