Remedios naturales para la rinitis alérgica

Al llegar el cambio de estación, principalmente primavera, muchas personas se preocupan, ya que sufren de fiebre del heno o rinitis alérgica estacional. Sin embargo, en qué consiste esta dolencia?.
La rinitis alérgica o polinosis es la manifestación alérgica más habitual en la población mundial (según las estadísticas del Colegio Americano de Alergia e Inmunología alrededor de 41 millones de personas -sólo en los Estados Unidos- sufren de rinitis alérgica llamada también fiebre del heno).
Es interesante observar que la rinitis alérgica estacional no es una dolencia reciente, ya era conocida y descrita por los griegos y árabes y se denominó “mal de las rosas” en la Edad Media.

Entre sus síntomas más comunes están la inflamación de la mucosa nasal (rinitis) lo cual produce estornudos, secreción nasal acuosa y blanquecina, picor, congestión nasal, pérdida del olfato, comezón en el paladar y/o en los oídos, en ocasiones también con conjuntivitis (lagrimeo y picor ocular). No es una enfermedad grave, pero puede alterar la calidad de vida de una persona, ya que puede ser persistente.
La rinitis estacional es causada usualmente por pólenes. La reacción se sitúa en el nivel de las mucosas de la nariz y de los párpados y no en el nivel de los pulmones. Los síntomas se manifiestan principalmente en primavera y en verano y duran algunas semanas, el tiempo necesario para que los elementos patógenos desaparezcan.
Remedios caseros para la fiebre del heno
Remedio para la fiebre del heno #1: Preparar un inhalador natural con 1/4de cucharada de sal gorda y 5 gotas de aceite esencial de eucalipto con el fin de eliminar el “goteo” de la nariz.

Remedio para la fiebre del heno #2: Preparar una infusión de eufrasia para realizar lavados de ojos si se tiene picazón y lagrimeo debido a la rinitis estacional
Remedio para la fiebre del heno #3: Realizar una infusión de gordolobo, ya que es un buen antihlstamínico natural. En este sentido, se debe hervir dos cucharadas de gordolobo en una taza de agua durante 5 minutos. Retirar del fuego, dejar refrescar y tomar dos tazas al día.
Remedio para la fiebre del heno #4: Agregar un puñado de perpetua (planta antialérgica, antibacteriana y antinflamatoria) por taza de agua y dejar reposar 10 minutos. Tomar una taza dos veces al día con lo cual se combate la rinitis.
Remedio para la fiebre del heno #5: Realizar una infusión de aciano con una cucharada de esta planta en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar, dejar refrescar y aplicar a los ojos con picor ocasionado por la fiebre del heno un baño ocular.
Suplementos eficaces
Quercitina. Es una sustancia antioxidante de origen natural que favorece la eliminación de la histamina. Se recomienda tomar de 500 a 1.000 mg al día, repartido en 2 tomas 20 minutos antes de las comidas.
CN-Acetil cisterna. Este aminoácido favorece la expulsión de la mucosidad. La dosis es de 250 a 600 mg al día, repartido en una 1 a 2 tomas antes de comer.
MSM (Metilsulfonilmeta-no). Es una fuente de azufre orgánico de gran ayuda en el tratamiento de la rinitis. Se toman de 1.000 a 3.000 mg al día en 2 veces tras las comidas. No debe combinarse con anticoagulantes.
Recomendaciones
Para evitar los ataques de fiebre de hono, las personas afectadas deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
– Mantener las ventanas cerradas durante la noche y cuando hay viento, para prevenir que entre el polen a la casa. Si es necesario, usar aire acondicionado, ya que limpia y seca el aire.
– No cortar el césped ni acercarse cuando esté recién cortado. El corte de la hierba agita el polen y el moho.
– Reducir en lo posible las actividades al aire libre temprano por la mañana, ya que el horario en que hay mayor propagación y concentración de polen es entre las cinco y las diez de la mañana.
– Mantener las ventanas del coche cerradas al viajar, mantener el interior limpio, incluidos los conductos de ventilación. Utilizar el aire acondicionado para filtrar el aire entrante, si es posible añadirles filtros anti-polen.
– Usar gafas de sol, ya que se puede evitar, de esa forma, la entrada de polen en los ojos.
– Evitar contacto con plantas alergénicas, especialmente las grandes productoras de polen.
– Estar atento a la información diaria en periódicos, radio y televisión acerca del tipo de polen que ese día habrá en el ambiente.
– Conocer el habitat y la época de polinización de las plantas a las que se es alérgico.
– Evitar pasear en aquellos lugares donde existan plantas en época adecuada para desencadenar la reacción.
– No tener en las habitaciones flores que puedan causar reacciones alérgicas al polen. Esto ocurre fundamentalmente con plantas de la familia de las compuestas.
– Procurar no salir demasiado los días ventosos en épocas de polinización, aprovechando aquellos días más lluviosos o húmedos.
– En casa, utilizar humidificadores para aumentar la humedad ambiental que facilita el depósito del polen en el suelo, en vez de dejar este elemento en suspensión tal como ocurre en los días secos y, especialmente, ventosos.
– Si va de vacaciones, elija la playa, ya que la brisa marina mantiene alejado el polen.


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