¿Cómo se usa? El ajo (Allium sativum) se puede consumir crudo, cocido o en forma de cápsulas. Dosis más altas se pueden incorporar en forma de polvo, aceite o realizar la famosísima cura tibetana… El ajo también se puede aplicar sobre la piel en una crema contra infecciones.
Evidencia científica. El ajo ha sido estudiado muy ampliamente por mucho tiempo, pero aun así, muchos de los resultados resultan ser conflictivos, haciendo difícil asegurar los diferentes efectos.
Actualmente se sabe que:
- El ajo reduce la alta presión y hasta puede ser de mucha ayuda para quienes sufren de ataques al corazón.
- Reduce el endurecimiento de las arterias.
- Previene cáncer de colon, de recto y de estómago (aparentemente, pero sólo cuando es digerido como comida, no es forma de polvo ni aceite)
- Previene las mordidas de garrapatas.
- Ayuda a tratar infecciones de hongos sobre la piel
- Fortalece el sistema inmunológico.
No parece ayudar en estos casos:
• Tratar diabetes y niveles altos de azúcar en la sangre
• Tratar úlceras
• Tratar colesterina alta
• Prevenir cáncer en el pecho o los pulmones
• Tratar enfermedades periféricas a las arterias
Por el momento no hay suficiente información para estar claro si ayuda en casos de:
• Tratar la alta presión durante embarazos
Efectos secundarios
• Mal aliento, mal olor corporal, síntomas gastrointestinales, acidez en el estómago, gases, náusea, vómito, dolores en el abdomen y diarrea.
• Mucho cuidado cuando se está tomando medicamentos para diluir la sangre, cuando se sufre de anormalidades sanguíneas o durante un embarazo, ya que altas dosis de ajo pueden aumentar el riesgo de sangrar.
• Antes de una cirugía mayor, es mejor dejar de tomar altas dosis de ajo, mínimo dos semanas antes del tratamiento.
• El ajo puede bajar el nivel de azúcar en la sangre e influir en la efectividad de ciertas drogas (remedios), incluyendo remedios contra el VIH y el cáncer.
• La aplicación sobre la piel puede causar irritaciones.