La piel del rostro es también muy sensible y se debe cuidar ya que refleja nuestras costumbres, estilo de vida y la salud que tenemos.
Cuando una piel está bien cuidada se verá siempre radiante. Aunque sabemos que al pasar los años se va desmejorando, no tenemos conciencia que nuestros malos hábitos dañan la salud, la estética y acelera el proceso de envejecimiento.
Hoy en día es fácil cuidar nuestra piel, hay muchos tratamientos, pero lo más importante para tener buenos resultados, depende mucho de una alimentación equilibrada, que contenga en gran parte los nutrientes necesarios, más frutas y verduras.
Costumbres negativas para nuestra piel:
Dormir maquillada: En la noche la piel absorbe más y si no se limpia bien, se puede llenar de bacterias, químicos y polvo que ayudan a la aparición de arrugas tempranas.
Que se debe hacer:
Usar desmaquillante para sacar cosméticos.
Enjuagar el rostro con agua templada y jabón neutro.
Dormir mal: Tiene consecuencias físicas y emocionales. La piel se ve más opaca, hay ojeras, bolsas y arrugas prematuras.
Que se debe hacer:
Hazte un horario para dormir, deben ser 7 u 8 horas continuadas. Ayúdate con remedios naturales como, melisa, pasiflora, valeriana, etc.
Mala alimentación: Debemos comer bien, hay sabores que son deliciosos, pero carecen de nutrientes y afectan el organismo y la piel. La comida rápida altera la piel y luce opaca.
Que se debe hacer:
Deja de comer azúcares, carbohidratos y grasas, cámbialos, por más frutas y vegetales, ácidos grasos esenciales y cereales integrales.
Exposición al sol: Lleva al desarrollo de manchas, arrugas tempranas, paño y alteraciones que dejan signos de la edad, además es causa de cáncer de piel.
Que se debe hacer:
Broncearse con cremas.
Si se va a tener contacto con el sol, usar un buen protector solar.
No beber agua: El agua es muy necesaria para mantener hidratada la piel.
Que se debe hacer:
Beber 6 a 8 vasos de agua al día.
Reemplazar las bebidas por jugos naturales o infusiones.
El sedentarismo: Es de gran importancia para el estado de la piel. Con la actividad física los vasos sanguíneos se dilatan y la sangre circula mejor, dejando la piel con más elasticidad y luminosidad.
Que se debe hacer:
Hay muchos ejercicios para evitar el sedentarismo.
Empezar de a poco.
Andar en bicicleta.
Realizar ejercicios de yoga.
Hacer caminatas.
Trotar.
Hacer ejercicios de respiración.
