A diferencia de la fruta como tal, la cáscara es firme y un tanto amarga lo que explica porque no la comemos de forma natural. Pero la concha tiene nutrientes importantes y por ello es que no debes desperdiciarla. Esta cáscara es rica en vitaminas B-6 y B-12, así como magnesio y potasio. El fruto también contiene estos elementos pero en menor cantidad.
Una banana aporta las siguientes cantidades de nutrientes:
– El 8% del requerimiento diario de magnesio, importante para regular el azúcar y la presión arterial.
– El 12% del requerimiento diario de potasio, asociado al desarrollado de células nuevas en el organismo.
– El 17% del requerimiento diario de fibra, que facilita la digestión y reduce el riesgo de sufrir diabetes.
– El 20% del requerimiento diario de vitamina B-6, que ayuda al cuerpo a convertir los alimentos en energía.
Si la banana o plátano está maduro, la cáscara es más delgada y suave. La concha de un plátano maduro también es más dulce, siendo más fácil de masticar y digerir. Si no es suficiente para ti, puedes hornearla o hervirla.
La cáscara de banana igualmente tiene varios usos para la belleza. Puedes apoyarla por algunos minutos en las zonas de la piel en las que tengas arrugas y moretones; calma la comezón provocada por la picada de un insecto sencillamente cubriendo el área afectada con la concha; blanquea tus dientes frotando la cáscara de forma periódica; trata el cabello dañado colocando trozos de la cáscara en el champú o elaborando una mascarilla licuando la cáscara en agua (deja actuar por 30 minutos y luego enjuaga); etc.
Aprende más trucos en el siguiente vídeo: