Hombre sin hogar le enseña una lección de vida a un extraño

Tuve un encuentro con un hombre sin hogar el año pasado que nunca olvidaré.
Ese día, mi jefe me sorprendió invitándome a almorzar. Esto fue muy inesperado porque no éramos realmente cercanos, pero yo estaba muy agradecido por el gesto. No fue el almuerzo lo que me quedó grabado, sino algo que ocurrió inmediatamente después.


Mi jefe me dijo que nos juntáramos en un restaurante del centro muy elegante en el cual yo nunca había estado. Era en una zona muy concurrida de la ciudad.
“¿Tiene alguna moneda, Señor?” me dijo un hombre sin hogar cuando me acerqué a la puerta principal del restaurante. Busqué monedas en mi bolsillo, pero por desgracia no tenía ninguna, así que le negué con la cabeza y pasé por delante.
Mi jefe me estaba esperando adentro. Debe haberme visto hablando con el hombre sin hogar porque dijo rápidamente:
“¡Ese mendigo es el hombre más tonto que he conocido! Cada vez que vengo aquí, él está de pie afuera, y le ofrezco la opción de darle un billete de $ 1 o un billete de $ 5. Y cada vez, el estúpido hombre elige el billete de $ 1 … ¡como que no sabe que un billete de $ 5 vale más dinero! ”
Él parecía muy entusiasmado con mostrarme lo estúpido que este hombre sin hogar era, que me hizo sentir un poco incómodo. Así que, salimos fuera, y él llamó al hombre para que se nos acercara. Le tendió un billete de un dólar y un billete de cinco dólares y le preguntó cual era el que quería. El hombre sin hogar esbozó una pequeña sonrisa, escogió el de 1 dólar, le dio las gracias, y se alejó de nosotros.
En ese momento, mi jefe estalló de la risa.
“¿Ves? ¡Qué idiota! Cada vez que vengo aquí siempre pienso que va a caer en cuenta y va a tomar el de cinco dólares, ¡y él nunca lo hace, está realmente loco! ”
Mi jefe y yo hablamos un poco más y pronto él se fue, y yo me quedé en frente del restaurante, buscando al mendigo. Lo vi sentado cerca y me acerqué a él.
“¿Por qué tomaste el dólar? Tu sabes que un billete de $ 5 vale más dinero, ¿verdad?”
Él me miró y me dio la misma sonrisa de antes.
“Por supuesto que lo se. Pero si tomo los 5 dólares, él me dejará de dar dinero las próximas veces”.

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