Por otro lado, el color naranja pálido de estos salmones proviene de la astaxantina sintética con la que son alimentados y la cual proviene de petroquímicos como el carbón. Diferente la situación de los salmones salvajes que obtienen la astaxantina de forma natural, ya que es un carotenoide poderoso que se encuentra en algunas plantas y animales marinos. En su versión natural, es un grandioso antioxidante y antinflamatorio que mejora la circulación y protege las mitocondrias.
Así que para escoger el mejor salmón debes identificar su color. El recomendado es rojo brillante, es decir el que ha sido pescado en su ambiente natural, mientras que el de las piscifactorías es naranja pálido y tiene un mayor riesgo de estar contaminado por mercurio.
La mejor forma de comer salmón es en su versión ahumada, el cual sólo presenta problemas en las personas que son sensibles a la histamina (se inflama la garganta).