La piel es un reflejo de nuestra salud y junto a ella, también de nuestra dieta. Los malos hábitos alimenticios y la intolerancia a determinados productos son responsables de la aparición de ciertos problemas a la piel, especialmente en la cara.
Nigma Talib, una respetada médico naturista, presentó la siguiente infografía que revela 4 tipos de rostros y sus efectos secundarios, dependiendo de qué ingredientes o alimentos hacen daño y no son aptos para el organismo.
1. “CARA DE GLUTEN”
Los síntomas
Los síntomas típicos de las personas que tienen intolerancia al gluten son las mejillas y mandíbula rojas e hinchadas y pigmentación oscura y granos en la barbilla. Se supone que el 15% de las personas son sensibles al gluten, lo que generalmente se refleja en una cara hinchada y procesos inflamatorios anormales en el cuerpo.
¿A qué se debe?
Hay otra razón por la que el gluten puede dañar tu cuerpo. Mientras que relativamente pocas personas tienen la enfermedad celíaca -una enfermedad autoinmune que lleva al sistema inmunológico a atacarse a sí mismo con la interferencia del gluten,- muchas personas son sensibles al gluten, debido a que este provoca permeabilidad intestinal y conduce a la inflamación.
Esta reacción produce un aumento en la pigmentación de las células de la piel que deriva en la aparición de manchas. Si estás cansado de tener un tono disparejo, especialmente en el mentón, te recomendamos evitar el gluten por completo.
2. “CARA DE LECHE”
Los síntomas
Los síntomas típicos de la cara de leche son los párpados hinchados -o alrededor de toda la zona de los ojos-, de donde también emergen prominentes círculos oscuros. Otros síntomas son las espinillas en el rostro, mejillas pálidas y granitos en la barbilla.
¿A qué se debe?
Echarle leche extra al café o comer otra torta es muy tentador, pero puede dañar seriamente el cutis, incluso si no eres intolerante a la lactosa.
Con el envejecimiento perdemos las enzimas que digieren adecuadamente la lactosa. Esto conduce a la inflamación en todo el cuerpo, incluyendo una cara que puede lucir cansada y rojiza.
Si tu rostro parece cansado e hinchado, y la piel es áspera y de color gris, se recomienda que renuncies a todos los productos lácteos durante unas semanas para ver cómo reacciona tu rostro.
3. “CARA DE AZÚCAR”
Los síntomas
Las líneas y arrugas en la frente, las bolsas bajo los ojos, brillo aceitoso, acné quístico, aspecto demacrado, adelgazamiento de la piel, y un tono grisáceo o pálido, son característicos en personas con problemas con el azúcar.
¿A qué se debe?
No es ningún secreto que consumir una gran cantidad de azúcar de forma regular puede causar un gran daño al peso, la energía y la salud en general, pero no podemos olvidar que también afecta a la piel. El azúcar conduce a la glicación, un proceso en el cual las moléculas de exceso de glucosa se unen al colágeno, distorsionándolo y haciéndolo sólido.
Si realmente quieres una piel maravillosa y estás cansado de todas esas manchas y arrugas, tenemos malas noticias para ti: debes mantener la azúcar lejos, además, no es nutritiva en absoluto. Si no puedes evitarlo, está bien consumirla de vez en cuando en pequeñas cantidades.
4. “CARA DE VINO”
Los síntomas
Las personas cuyos organismos no toleran bien el alcohol, tienen, en general, líneas marcadas o brillo graso entre las cejas, párpados caídos, líneas de expresión y pequeñas arrugas bajo los ojos, piel escamosa y deshidratada en las mejillas, poros dilatados, tono de piel rojiza y pliegues naso labiales marcados.
¿A qué se debe?
Bien es sabido que el vino está lleno de azúcar, -así como también contiene pesticidas y sulfitos potenciales- y provoca la deshidratación de la piel. El cuerpo pierde agua, el vino sobrecarga el trabajo del hígado y perturba la digestión. Todo esto conduce a arrugas, flacidez y piel fea.
Peor que el gran consumo ocasional de vino, es su consumo regular. Esto puede alterar la flora intestinal, lo que puede ser patogénico y causar enfermedades. En resumen, beber más de cuatro copas de vino a la semana, no es bueno para tu salud ni tu piel.
Si te estás preguntando cómo consumir el vino de forma segura para tu piel, o te cuestionas la manera de deshacerte de estos síntomas, te recomendamos hacer una pausa de alcohol durante al menos 3 semanas. Después de eso, es recomendable seguir la proporción de 80:20, donde, de ser necesario, bebes una copa de vino en el 20 por ciento del tiempo, y te abstienes del consumo de alcohol el 80% del tiempo restante.