Las enfermedades del corazón no son algo nuevo en la mujer. Sin embargo, todavía se piensa que los infartos son patrimonio del hombre.
Esta creencia errónea pasa factura porque al pensar que “no le ocurrirá” la mujer no cuida este órgano como debiera.
Por ello, el primer paso para hacerlo es desterrar falsos mitos.
Los 3 errores más comunes
No le damos importancia a los síntomas Según un estudio de la American Heart Association, las mujeres consultan menos y más tarde que los hombres ante cualquier problema cardiovascular. Una de las razones es que no conocen exactamente los síntomas que provocan los trastornos coronarios en el sexo femenino.
Por ejemplo, suelen confundir las señales de un ataque al corazón con una indigestión o incluso ansiedad y no le dan la importancia que tiene. Y es que la clásica imagen de un hombre sudando y llevándose la mano al pecho no sirve para ilustrar un infarto femenino. Los síntomas en ellas son distintos.
Nos preocupa mucho más el cáncer Otro estudio publicado en la revista “Circulation” revela que las en-cuestadas entre 25 y 44 años creen que el cáncer de mama es la principal causa de fallecimiento en la mujer. Esto hace que no preste la atención adecuada a la salud de su corazón y, sin embargo, sí se someta a mamografías de forma regular.
Las estadísticas revelan que son pocas las mujeres que, por iniciativa propia, se hacen analíticas para conocer cómo están sus niveles de colesterol, azúcar o sus cifras de tensión arterial, cuando todo ellos son los principales factores de riesgo de sufrir graves trastornos cardiovasculares.
Creemos que estamos más protegidas que ellos Todavía existe la creencia de que nuestras arterias están más protegidas frente a factores de riesgo como el colesterol gracias a los estrógenos. Y es cierto que la actividad de estas hormonas reduce el colesterol malo y disminuye la viscosidad de la sangre, minimizando así el riesgo de trombosis, pero esta protección no es eterna. Al llegar a la menopausia tenemos el mismo riesgo que ellos.
El riesgo cardiovascular se dispara si.
✓ Tienes el azúcar alto o más riesgo de desarrollar diabetes porque hay casosen tu familia o porque la sufriste durante el embarazo.
✓ Tus cifras de tensión arterial superan los valores recomendados.
✓ Sufres sobrepeso, especialmente si la grasa se acumula alrededor del abdomen.
^ No haces ni siquiera 30 minutos diarios de actividad física, aunque sea sencillamente caminar.
✓ Estás estresada o deprimida y no de forma puntual sino durante periodos largos.
✓ Has entrado ya en la etapa de la menopausia o tienes antecedentes familiares de problemas cardiacos.
✓ Tienes el azúcar alto o más riesgo de desarrollar diabetes porque hay casosen tu familia o porque la sufriste durante el embarazo.
✓ Tus cifras de tensión arterial superan los valores recomendados.
✓ Sufres sobrepeso, especialmente si la grasa se acumula alrededor del abdomen.
^ No haces ni siquiera 30 minutos diarios de actividad física, aunque sea sencillamente caminar.
✓ Estás estresada o deprimida y no de forma puntual sino durante periodos largos.
✓ Has entrado ya en la etapa de la menopausia o tienes antecedentes familiares de problemas cardiacos.
¿Qué puede hacer una mujer para cuidar su corazón?
Controlar la presión arterial Según estudios realizados, el riesgo de cardiopatía entre hipertensas es entre 2 y 4 veces mayor. No olvides que a partir de los 65 suele dispararse la tensión en la mujer. Procura mantener una presión arterial de 120/80 mmHg.
Mantener el colesterol malo o LDL bajo Su acumulación en las arterias es un peligro para tu corazón. Durante la etapa fértil, los estrógenos ayudan a mantenerlo a raya, pero con la menopausia desaparece este efecto, por lo que debes cuidarte más y reducir las grasas trans y saturadas. Un colesterol total de 200 mg/dl o menos es lo ideal.
Cuidar el azúcar. Unos niveles altos actúan como un tóxico en la sangre y afecta a múltiples órganos, entre ellos el corazón. En ayunas, procura estar por debajo de 100 mg/dl.
Matenerse cerca del peso ideal Con el mismo sobrepeso que un hombre, la mujer tiene más riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, sobre todo si la grasa se acumula en el tronco y abdomen. Una pérdida del 10% del peso sobrante ya reduce el riesgo.
Evitar el sedentarismo. Si no practicas actividad física tu corazón tampoco está en forma. Haz al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana.
